Otro fin de año, y como ya es una tradición, un nuevo Especial de Autocosmos a Lo Mejor del ciclo que terminó.
En esta ocasión, adoptamos como tema central, la vieja escuela representada por lo más selecto que la raza de los muscle cars (Shelby GT500, Camaro ZL1 y Challenger Hellcat Redeye) es capaz de producir, versus la nueva, representada por las tres opciones de movilidad electrificada más populares hasta el momento; un híbrido, un híbrido plug-in y por último; un completamente eléctrico.
Pero siendo nuestro especial de Lo Mejor de 2019, tenían que ser autos de alto desempeño, de lo más destacado en su especie que se puede adquirir en México, razón por la cual elegimos al Acura NSX, como abanderado de los híbridos tradicionales, al BMW i8 Roadster como el representante de los híbridos conectables y por último al Tesla Model 3 Performance como el de los 100% eléctricos.
Antes de que se produzca una avalancha de regaños y reclamos voy a dejar algo muy claro, esta NO ES UNA COMPARATIVA.
Ya lo sabemos, estos tres autos no compiten en prácticamente ninguna forma, solo tienen en común el hecho de que recurren a la electrificación de alguna u otra forma para moverse. Los precios son altamente dispares, así como su funcionalidad y propuesta técnica.
Dicho lo anterior, no esperes entonces que en esta ocasión haya un ganador, o que nos pronunciemos por alguno en particular. Los tres ya son excepcionales en sus respectivas categorías.
Acura NSX… El híbrido
Ya habíamos probado el Acura NSX en Autocosmos, aunque no había tenido la suerte de manejarlo yo, y todavía mejor; fue en pista. El deportivo de motor central de la firma japonesa es mucho más impresionante de lo que prometen sus especificaciones.
Al final, se trata de un biplaza de motor central hecho de fibra de carbono que lleva un V6 de 3.5 litros biturbo asistido de tres motores eléctricos para generar una potencia total de 573 hp y 476 lb-pie de torque. La potencia es enviada a las cuatro ruedas y la transmisión es una rapidísima doble clutch de nueve cambios.
El 0 – 100 km/h llega en 3.4 segundos, mientras que la velocidad máxima es de 307 km/h y si te preguntabas, la capacidad de frenado es tan violenta como la de aceleración gracias a un gigantesco sistema carbono – cerámico.
Sin embargo; lo que verdaderamente impresiona del NSX es lo fácil que hace sentir el manejo deportivo, la aceleración te pega al asiento con fuerza, e igual de poderosa es la frenada, va plantadísimo, es dócil predecible y la dirección tiene una precisión quirúrgica.
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Difícilmente encontrarás algo que pueda ir así de rápido en curvas sin demandar manos expertas. Podrías pensar en el Audi R8 V10, al ser también de motor central y tracción integral, pero no, el NSX se siente un poco mejor en ese apartado, te hace creer que tienes más habilidad como piloto de la que en realidad posees.
¿Un GT-R? creo que el Nissan tiene todavía más grip, pero es más agresivo y duro, un poco más ríspido, el NSX es más refinado, es además bastante cómodo adentro, amplio incluso. Es cierto, algunos controles y acabados en el interior se ven muy Honda, demasiado mainstream para un auto cuya etiqueta supera los 4.6 millones de pesos. Pero no importa, con el Acura NSX, Honda nos demostró que tan rápidos, sofisticados y precisos pueden ser los híbridos y créeme, es irreal.
BMW i8 Roadster… el Plug-in Hybrid
¿Cómo es que un auto que llegó al mercado hace ya cinco años sigue siendo de los mejores Plug-in Hybrids que hay?
Por principio de cuentas, el i8 es todo, menos común, es un exótico en toda la palabra y fue un laboratorio de pruebas rodante que en definitiva se adelantó a su tiempo. Es un auto que lo mismo puede rodar por 55 km en modo puramente eléctrico, alcanzar rendimientos de combustible de hasta 47.62 km/h o bien, hacer un 0 – 100 km/h en 4.6 segundos y lograr mejores tiempos de vuelta en un circuito que vamos a decir un muscle car con el doble de caballos.
Su construcción de aluminio para tren de rodaje y componentes mecánicos, y de fibra de carbono para carrocería y cabina es bastante particular, sin dejar de mencionar que luce como nave espacial. Y si seguimos entrando en detalles, te va a parecer todavía más interesante.
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La tracción es integral, el motor de combustión montado en posición central transversal es un pequeño 3 cilindros de 1.5 litros turbo y envía la potencia a las ruedas traseras vía una caja automática de 6 velocidades, mientras que el eje delantero tiene un motor eléctrico conectado a una transmisión de una velocidad. La potencia total del sistema se ubica en 369 hp y 420 lb-pie de torque.
Por su parte, la batería va montada en donde en un coche común está el túnel de transmisión, es de 11.6 kWh, ridículamente pequeña en comparación de las necesarias en un auto 100% eléctrico.
Tras el volante, el BMW i8 Roadster no se puede describir como un super deportivo, aunque tenga esa apariencia, es más bien un gran turismo muy teatral, es incluso cómodo para trayectos prolongados, las aceleraciones y recuperaciones son muy buenas, sin llegar a ser extremas, aunque el balance, dirección y aplomo son como buen exponente bávaro, excelentes.
Tesla Model 3… el eléctrico
Pocos autos tan mediáticos durante 2019 como el Model 3, cuando no publicábamos que ya era el auto más vendido en alguno de los países nórdicos, informábamos que su versión Performance ya no era apta solo para acelerar en línea recta, sino que también es excelente en pista.
Había que corroborar esto último, puesto que no deja de ser un sedán compacto para cinco pasajeros.
Pero es un Tesla, entonces se vale de dos motores que en conjunto entregan 453 hp y 471 lb-pie de torque, uno en cada eje, que se alimentan de una gigantesca batería de 75 kWh.
Tiene además un software especial para optimizar hasta niveles que no creerías su comportamiento en pista, la gestión de la tracción es como de brujería y pese a ser bastante pesado, frena, curvea y se planta impecablemente bien. Eso sí, aunque es rápido y efectivo en pista, no deja de sentirse algo robótico, artificial, la dirección no transmite tanto como me gustaría y la frenada en ocasiones se siente algo rara, y es que está la situación de la regeneración de energía, por lo que hay que acostumbrarse.
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El Model 3 además resuelve un problema que tenían sus hermanos mayores, los Model S y Model X, y es que ahora sí, la calidad de armado, enrases y superficies están a la altura de lo que se espera de un auto de este precio.
Aunque si me lo preguntas, esa inmensa pantalla central táctil de 15” y la ausencia absoluta de botones podrá parecer ultra futurista, pero desde el punto de vista de la ergonomía es una pesadilla. Una acción tan simple como acomodar el volante o los espejos, se vuelve una tarea de 4 o 5 clics en la pantalla, más el movimiento del botón circular en el volante, simplemente no es práctico. Aunque eso no parece incomodar en absoluto a las hordas de millenials que están comprándolo.
Los tiempos en pista
Y ya lo dije antes, esta NO ES UNA COMPARATIVA, pero estábamos en el Autódromo Moisés Solana y nos acompañaba nuestro amigo y piloto de cabecera Manuel Carrión, así que no podíamos dejar de hacer unas hot laps, para ver cuál de estos autos electrificados sería más rápido en el circuito de 1,750 metros de la pista ubicada en Epazoyucan Hidalgo.
El BMW i8 Roadster completó la vuelta rápida en 59:03 segundos, aunque no fue el más lento de nuestro especial, insisto, tienes que la parte correspondiente al Old School.
Por su parte, el Tesla Model 3 hizo lo propio en 57:75 segundos, muy bien si consideramos que es un sedán familiar, como dato meramente anecdótico, el Tesla Model S P100D hace dos años marcó en este mismo circuito, un tiempo de 59:58. Casi dos segundos de diferencia en favor del hermano menor, claro está que hay varios factores, como el peso por ejemplo, pero también quedó demostrado que ese software de optimización para conducción en pista es más que efectivo.
Sin embargo; si de velocidad se trata, el Acura NSX fue el rey, con un tiempo de 56:82 segundos. Algo que ya esperábamos, puesto que es en definitiva el que tiene un enfoque más deportivo de los tres.
¿Con cuál te quedas?
Cada propuesta tiene sus ventajas, eso es un hecho, si hablamos de los híbridos tradicionales y entendiendo que el NSX tiene un enfoque absoluto en el performance, con lo cual tendríamos que hablar de los exponentes más terrenales. La eficiencia de combustible que se consigue en relación con el precio es buena, para muestra tenemos al Toyota Prius, el monarca indiscutible en este tipo de propuesta mecánica.
Sin embargo; en el entendido que los plug-in hybrids pueden circular distancias relativamente grandes en modo puramente eléctrico, como los 55 km del i8, bien podrías hacer buena parte de tus trayectos de ciudad sin requerir el motor de combustión, recargando la batería cada tercer día, o diario si fuera necesario, pero también hacer cualquier otro recorrido más prolongado sin preocuparte de nada.
Con lo cual, los híbridos conectables son en mi opinión, la mejor opción de la actualidad, considerando las condiciones de infraestructura que tenemos en el país y los tiempos de recarga que todavía demandan los autos eléctricos.
Por último, los autos eléctricos son el futuro, eso está claro y Tesla con el Model 3 vuelve a demostrar que un auto cero emisiones no tiene por que ser feo o aburrido, por el contrario, esta variante Performance puede humillar muchos autos que se precian de ser deportivos serios y a medida que crezca la infraestructura de puntos de carga y bajen los tiempos de recarga, los eléctricos se irán masificando.