Puede ser la revisión más grande hasta la fecha o de toda su historia, llevada a cabo por la marca japonesa en Estados Unidos. Esto se debe a un problema con los tapetes de plástico que incorporan numerosos modelos de Toyota.
La campaña de servicio parece que fue iniciada a raíz de las pesquisas relacionadas con un desafortunado accidente de tráfico que se saldó con la muerte de cuatro personas a bordo de un Lexus ES350 2009.
El suceso tuvo lugar en agosto, y posiblemente hubiera pasado desapercibido para el departamento de control de calidad de Toyota de no ser porque antes del choque, uno de los ocupantes del vehículo llamó al número de emergencias para decir que el pedal acelerador se había quedado trabado, llevándolos a superar los 190 km/h.
Toyota, que ya tuvo que sustituir las alfombrillas de varios modelos en septiembre de 2007 por este mismo problema, deberá ahora hacer lo mismo 3,8 millones de unidades en Estados Unidos, algunas vendidas bajo su marca, y otras con el sello de Lexus.