Cuando vemos el precio de la gasolina superando los 23 pesos por litro, naturalmente nos ponemos a pensar en cómo hacerle para gastar menos. El detalle es que ahorrar gasolina es como perder peso, todos queremos una solución mágica, una pastilla, un líquido, una poción o una cirugía que nos haga el milagro, pero no queremos hacer lo que es realmente necesario para adelgazar. Entonces buscamos soluciones infructuosas como usar un nuevo tipo de aceite, imanes para el circuito del combustible o aditivos que supuestamente alteran la formulación de la gasolina y hacen que gastemos “X” por ciento menos. Vaya, en un universo con leyes cada vez más estrictas con relación al consumo de combustible, si esas técnicas realmente funcionaran los fabricantes de autos las usarían desde el momento de salida de sus coches de la línea de producción, no les conviene que su auto gaste más, todo lo contrario. Pero sí existen formas de gastar menos y no es tan difícil como ir al gimnasio todos los días o ingerir solo 1600 calorías diariamente.
- Suena obvio pero pocos lo hacen, a la hora de ir a la farmacia o a la tienda de abarrotes ubicada a dos cuadras, hazlo a pie y no en auto. No solo harás ejercicio, sino que evitarás un trayecto corto cuando el auto, por no alcanzar la temperatura adecuada de funcionamiento, gasta más.
- Obedece los límites de velocidad; El mayor esfuerzo que hace un coche es vencer la resistencia del aire y mientras más rápido vaya, mayor la resistencia. Un estudio de Consumer Reports mostró que cambiar la velocidad de un Altima de 88 km/h a 120 km/h equivale a cambiar del nivel de consumo de un Corolla al de una enorme SUV como la Sequoia.
- Arranca despacio; El momento de vencer la inercia y poner el coche en movimiento es cuando mayor es el consumo. Si tiene un turbo o un V8, es el hábito más difícil de perder.
Has cuentas y evita lo que parece fácil
- En ciudades, en lugares como México, es muy difícil lograrlo, pero en carretera circular a velocidad constante ayuda a reducir el gasto de gasolina.
- Usa la canastilla superior de tu auto o camioneta solo cuando la necesites, ya que perjudica la aerodinámica, principalmente si cargas peso innecesario en ella.
- Usa la gasolina indicada para tu auto; Si está diseñado para verde, usar roja no es mejor para tu coche. No es cierto que todos los turbo usan roja, ya que motores como los Ford Ecoboost, por ejemplo, están diseñados para usar verde.
- El aire acondicionado sí gasta más gasolina, pero es también un factor de seguridad por permitir andar con las ventanas cerradas y bajar el nivel de estrés en el habitáculo. Considera si ese ahorro vale la pena.
- Cuida la presión de los neumáticos. Usa la indicada en la calcomanía en el marco de la puerta del conductor o, si no son las llantas originales, puedes inflarlas hasta 80% de la presión máxima indicada en la lateral del neumático.
- Por último, pero más importante, desconfía de los “milagros”, las soluciones como imanes, aditivos, etcétera. Tampoco usen etanol, ya que en México no hay reglamentación para su uso y esto puede hacer que pongamos la mezcla en proporciones inadecuadas, dañando el motor. Ni siquiera si el auto es Flex Fuel de origen debemos hacerlo en función de esa imprecisión en la mezcla.
Otra solución que muchos buscan es convertir su auto para el uso a gas. Además de muy peligroso cuando es hecho en talleres improvisados en la mayoría de los casos, disminuirá considerablemente la vida del motor. Brasil y Argentina ya lo intentaron y hoy están desistiendo de esa solución que ha causado más problemas que beneficios.
Cuando es una conversación hecha por la fábrica, o por un proveedor autorizado por ella como Nissan Mexicana está ahora ofreciendo en México para el March, el V-Drive, la Urvan y la NP300, los riesgos son mucho menores o nulos, pero aún así estamos hablando que para compensar la inversión que para gas natural tiene un costo que empieza en 30 mil pesos para un March o 50 mil pesos para una Urvan, es necesario un auto kilometraje por año, en algunos casos superior a los 50 mil kilómetros rodados anuales. En pocas palabras, no es para todos.
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Ahorrar gasolina, básicamente implica un cambio de hábitos, lo que no es nada simple. Por ello la mayoría aún espera por una solución “milagrosa” que, lamento decirles, no existe.
