En realidad no hay una época del año que sea totalmente amigable con los automóviles. Ellos siempre estarán sujetos al capricho de la naturaleza y serán víctimas de sus inclemencias: sol, frío, calor, nieve, lluvia, granizo, arena, sal, inundaciones, lodo... la lista es muy larga.
Hablando de la temporada de calor que, eventualmente se empalma con las lluvias, necesitamos poner atención en algunos puntos muy específicos para mantener nuestro auto en óptimas condiciones de manejo, confort, seguridad y apariencia. Revisa y analiza estos sencillos puntos para esta época de calor a la que comienzan a sumarse las lluvias.
Protege la pintura de la lluvia ácida
Lavaste el auto y llovió a los diez minutos... siempre pasa. La “lluvia ácida”, contiene agentes dañinos tanto para seres vivos como para algunos componentes de tu vehículo.
Estas precipitaciones concentran niveles de carbón, ácidos sulfúricos, nítricos, azufre y demás contaminantes disueltos en el agua. Lo más aconsejable es lavar el auto con productos que cuenten con algún tipo de teflón o cera protectora.
Considera un buen tratamiento preventivo para la carrocería antes de que la temporada de lluvias comience, así tu auto estará bien protegido y conservará su brillo natural. Recuerda que la suciedad impregnada en la carrocería no es un filtro solar, no la dejes acumular.
Sistema de aire acondicionado
No hay nada peor que ir manejando en el tráfico, a vuelta de rueda, con el calor agobiante. La situación se complica si el sistema de aire acondicionado de tu auto no se encuentra en buenas condiciones.
En temporada de calor, no olvides revisar el sistema de aire acondicionado: carga de gas, compresor, banda de accesorios, termostato y bulbo de temperatura.
Una falla en este sistema no solo genera un mal enfriamiento del habitáculo. Si el tema se complica, puede provocar el calentamiento tu auto, para entonces será demasiado tarde y caro de reparar.
No olvides cambiar el filtro de polen de la cabina de acuerdo al manual de servicios o al notar algún tipo de olor anormal o partículas en el aire que, además, pueden ser agentes bacterianos o virales causantes de enfermedades o alergias.
Buen enfriamiento del motor
Hemos visto autos que no logran resistir las altas temperaturas y revientan mangueras, radiadores o depósitos de refrigerante. Esto se debe al mal estado del sistema, por lo que no está por demás monitorear mangueras, nivel de refrigerante, radiador, sensores, bulbo de temperatura etc.
Si cualquiera de estos componentes no ha sido correctamente revisado, es muy probable que el auto sufra un desperfecto. Procura revisar los niveles y hacer cambio de refrigerante por lo menos cada seis u ocho meses. Inspecciona también tapones de depósitos, abrazaderas; y vigila el indicador de temperatura, las variaciones drásticas pueden ser síntoma de alguna falla.
Lava tu auto, no se lo dejes a la lluvia
La carrocería no es la única que sufre con las lluvias. Si revisas la parte baja de chasis, bahía del motor, suspensión, frenos o escape, te sorprenderás de la cantidad de residuos alojados ahí.
Lo recomendable es realizar un servicio de lavado y lubricado al auto para eliminar toda la suciedad adquirida al circular durante la época de lluvia: grasa, lodo o diésel; en el caso de los vacacionistas, arena y sal. Omitir este mantenimiento puede significar el comienzo de un desgaste severo en puntos clave del auto que a largo plazo resultará en mucho dinero gastado en reparaciones.
Buena calibración de aire en las llantas.
El aire de nuestros neumáticos tiende a expandirse con el calor y a contraerse con el frío. Esto es perfectamente normal, sin embargo, hay que mantener bien monitoreada la presión para evitar variaciones y contar siempre con un buen rodaje.
Una alternativa es emplear nitrógeno para el inflado. Este gas es más estable a altas temperaturas y carece de variaciones manteniendo las llantas en su función óptima, lo cual se verá reflejado en un mejor consumo de combustible, buen rodaje y mucho mayor seguridad.
¿Cuánto me gastaré en cada mantenimiento o revisión?
Estos datos son muy variables pues dependerán del tipo de auto, año, modelo y sobre todo, del establecimiento y/o componentes o refacciones a revisar. Sin embargo, es probable que mientras más dejes pasar los mantenimientos o postergues alguna reparación, más grave será el daño y mucho mayor su costo.
Pintura
- Lavado con teflón y aplicación de cera: Desde $150 a 300 pesos aproximadamente.
- Ceras protectoras: Dede $100 a $250 pesos más aplicación, aproximadamente (depende marca y establecimiento).
- Detallado de carrocería: Desde $800 a $2,000 pesos aproximadamente.
Aire acondicionado
- Recarga de gas: Desde $250 pesos aproximadamente.
- Reparación o cambio de compresor: Desde $700 a 5,000 pesos aproximadamente.
- Accesorios (bulbo de temperatura, banda, termostato): De $150 a $500 pesos.
Sistema de enfriamiento
- Anticongelante o refrigerante: Desde $50 pesos hasta $250 pesos por litro.
- Reparación del sistema: Desde $500 hasta $7,000 pesos, dependiendo el daño.
Lavado y lubricación
- Lavado de carrocería sencillo: Desde $70 pesos.
- Lavado y lubricación de chasis: Desde $150 pesos.
- Lavado de motor: Desde $40 pesos adicionales al lavado sencillo.
Calibración de llantas
- Con aire convencional: propina opcional en la mayoría de los casos.
- Con nitrógeno: Desde $250 pesos (depende del establecimiento).
Coche feliz, dueño contento
Mantener tu auto es un cuento totalmente distinto a comprarlo. No hay vehículo que resista sin por lo menos rellenarle aceite. Los descuidos no solo se pagan caro económicamente hablando. Es tu seguridad y la de tus pasajeros lo que está en juego; seamos responsables con el mantenimiento de nuestro auto.
Esperamos que estos tips te funcionen. Disfruta el calor, protégete de las lluvias y cuida tu auto.