Si bien adquirir un auto es un gusto para muchos, para otros es una bendición pues se vuelve una herramienta de trabajo, su forma principal de ingreso o el medio seguro para trasladarse en su día a día. Pensado en esto último consideramos que, dada la importancia de tener un vehículo, el factor de durabilidad, debe ser muy importante para la decisión de compra, o en otras palabras la garantía que te da el fabricante, es una cuestión que tienes que considerar antes de comprarlo.
La garantía que ofrece un fabricante siempre contemplará dos cosas el tipo de garantía y el tiempo de la misma. Comencemos primero con las variantes de cada una:
- Garantía mecánica o eléctrica: esta cubre la reparación o cambio de alguna pieza del vehículo por falla mecánica o eléctrica.
- Garantía tren motriz: ésta abarca sólo fallas referentes al motor.
- Garantías por corrosión: ésta es pensada en problemas de deterioro en la carrocería
- Garantía defensa a defensa: ésta como su nombre lo indica cubre todo lo que falle en el vehículo extremo a extremo.
- Asistencia vial: este es servicio de emergencia que te da grúa, pasacorriente, gasolina, ayuda legal entre otros durante las 24 horas los 365 días del año.
Bueno hasta aquí estos tipos de garantía puede haber otras enfocadas en llantas o cierta parte del vehículo. Sin embargo, hay que aclarar que todas siempre vienen acompañadas por la limitante de un periodo de tiempo o kilometraje acumulado. Dependiendo nuevamente del fabricante ésta puede variar, por lo que debes poner atención a lo que te ofrecen. Puede ser de tres a siete años, con un límite de 60 mil, 90 mil ó 100 mil kilómetros, incluso puedes encontrar alguna que sea ilimitada.
Resumiendo, considerando que buscas que un auto te dure y te den más valor por tu dinero, la mejor garantía es aquella que sea defensa a defensa y la que incluya un mayor periodo de tiempo con un kilometraje ilimitado. Te invitamos a que leas las letras chiquitas de tu garantía y las consideres al momento de decidirte por el auto de tus sueños.