Choques de atrás, mala postura o actitud rígida al volante provocan lesiones en el cuello.
Cuando se produce un accidente por un impacto trasero, el tórax se desplaza hacia adelante violentamente, impulsando un movimiento brusco de cabeza hacia atrás en relación al tórax. Luego, cuando la cabeza vuelve lo hace con violencia generando el “tirón”, que hace que provoca lesiones severas en el cuello.
Adicionalmente a las potenciales lesiones de cuello, el hecho de conducir con una mala postura puede influir negativamente en nuestra columna vertebral, mientras que estar tensos frente al volante puede repercutir también en los sistemas nervioso y respiratorio, lo que posiblemente provoque un futuro accidente automovilístico.
Aunque la tolerancia varía de una persona a otra, en el caso de un impacto por detrás a sólo 13 km/h, la cabeza se desplaza 46cm en menos de un cuarto de segundo, lo suficiente para que se produzca un “desnucamiento”.
La ingeniería automotriz trata de evitar que esto suceda a través de los sistemas de seguridad pasiva incorporados en los vehículos para reducir las lesiones producidas por el latigazo cervical – o whiplash- en la parte de atrás del cuello.
El latigazo ocurre por transferencia de energía al cuello, dada la aceleración/ deceleración que puede resultar de un impacto trasero o lateral.
En Estados Unidos las reclamaciones a las aseguradoras derivadas de los esguinces cervicales acumulan entre el 30% y 40% del total, con un costo anual de alrededor de 7.000 millones de dólares. Por su parte, en Quebec, Canadá las lesiones de cuello suponen el 20% de las reclamaciones a las compañías aseguradoras y, en otras provincias canadienses, las indemnizaciones pagadas por latigazo cervical acumulan entre el 65% y 85% del total.
¿Cómo posicionar adecuadamente las cabeceras de nuestro auto?
Utilizar las cabeceras ha reducido las lesiones de cuello entre 9% y 18% en el caso de autos de pasajeros; y en menor medida, un 6% en vans y vehículos todoterreno.
No obstante, el principal factor para que se produzcan lesiones es el desconocimiento sobre cómo posicionar las cabeceras correctamente. La parte superior de la cabecera debe quedar a la misma altura que la parte superior de nuestra cabeza, mientras que la distancia entre cabeza y cabecera, debe ser la menor posible. Podríamos decir entonces que la efectividad de las cabeceras mejora a medida que las situamos en una posición adecuada.
La ingeniería automotriz se ha valido de las mejoras tecnológicas que de alguna manera ayudan a reducir los números de accidentes y las lesiones, tal es el caso del Sistema WHIPS (WHIplash Protection System) creado por Volvo en los noventas y que básicamente consta de un elemento metálico ubicado en el interior del respaldo del asiento que trabaja absorbiendo la energía del peso del pasajero cuando el auto recibe un golpe por detrás, dicho elemento mueve hacia adelante la cabecera para seguir el movimiento natural de la cabeza del ocupante y permanecer lo más cerca posible y así evitar un latigazo que propicie una lesión cervical.