Todos alguna vez hemos pasado por lo mismo. Llegas a algún lugar, te dispones a bajar del auto y de repente sientes una ligera descarga que algunas veces puede resultar bastante molesta o hasta dolorosa. Pero ¿por qué sucede esto?
El simple hecho de moverte en el asiento, produce energía estática que se almacena en nuestro cuerpo, esto es que los electrones de los tejidos (ropa y asiento) se desprenden al ser friccionados entre sí provocando una descarga que espera cualquier oportunidad para salir.
Dicha oportunidad se presenta al insertar la llave o tocar alguna parte metálica con la mano lo que provoca que se liberen los electrones de manera rápida y por un área pequeña como lo es la punta del dedo que lo hace más perceptible que si fuera con toda la palma de la mano.
Esta descarga puede ser también peligrosa, sobre todo cuando tú mismo tienes que cargar gasolina a tu auto ya que esa pequeña chisma puede incendiar los vapores de la gasolina y provocar un incendio grave.
Una forma muy fácil y sencilla de evitarlo es tocar una parte metálica con toda la mano al bajar, de esta forma es casi imperceptible la descarga y la chispa será de menor intensidad.