En muchas ocasiones nos topamos con siglas como VV-T, Ti-VTC, etc, que es la manera de denominar a los sistemas de apertura variable de válvulas por parte de diversos fabricantes. Para entender ésta tecnología es necesario explicar un poco acerca del funcionamiento del motor, así que trataremos de hacerlo lo más ameno posible.
El motor funciona con una mezcla entre combustible y aire en una combinación de 15 partes de aire por una de gasolina. Para regular esta mezcla está el sistema de inyección, directa o no según sea el caso o inclusive está también el ya caduco sistema del carburador. Una vez hecha la mezcla en sistemas con carburador e inyección no directa, ésta pasa por las válvulas de admisión al cilindro. En el caso de sistemas de inyección directa, las válvulas sólo permiten el paso del aire y la mezcla se hace dentro del cilindro.
Esto quiere decir que las válvulas son una parte muy importante para el funcionamiento del motor. Éstas son accionadas por un árbol de levas (o dos, uno para admisión y otro para escape) que gira para abrir y cerrarlas, lo que se traduce en un tiempo de apertura limitado, o sea una cantidad de aire limitada de aire que entra a los cilindros.
Aquí es donde entra éste práctico sistema. Al “avanzar o retroceder” la apertura y cierre de válvulas, tienes la cantidad precisa de mezcla (aire-gasolina) necesaria para cada rango de revoluciones, optimizando además de la potencia, el consumo de combustible.
Ésta tecnología se utilizaba primordialmente en autos deportivos, pero poco a poco las marcas como Ford, han descubierto que el sistema realmente es mucho más eficiente que uno normal y que puede ser utilizado en vehículos citadinos sin problema –un claro ejemplo es el Ford Fiesta 2011 entre otros modelos.