Tradicionalmente, al pensar en motores de inducción forzada, siempre venía a la mente mayor potencia, pero con cierta penalización en el terreno de la eficiencia y la suavidad de marcha. En la actualidad, el down-sizing (hacer motores más pequeños en términos de desplazamiento) es una moda generalizada en la industria.
Se han desarrollado tecnologías para incrementar la eficiencia de los motores (es decir entregar el mismo nivel de potencia o superior en una máquina más pequeña), a toda esta serie de desarrollos Ford le denomina EcoboostTM, aunque en la práctica podemos ver que son aplicaciones que se encuentran en otros fabricantes también.
El motor EcoboostTM más célebre hasta el momento es el bloque de seis cilindros en V con 3.5 litros de desplazamiento que gracias a un doble turbo, entrega una potencia y respuesta propia de un motor V8. Eroga 355 caballos de fuerza y un par motor de 350 lb-pie, lo cual es por ejemplo más caballaje que el Mustang V8 que salió en el 2005. Por otra parte, ésta tecnología también repercute directamente en las emisiones contaminantes que se ven reducidas al no tener tanta energía desperdiciada para mover la unidad.
El funcionamiento del EcoboostTM es la sincronía entre los turbocargadores dobles enfriados por agua y el sistema de inyección directa de combustible. Los turbos recuperan energía del escape que, de otra manera se desperdiciaría, y la reutilizan para moverse y así ganar eficiencia. Simplemente el sistema de turbocargadores induce más aire en el motor para obtener mayor potencia. Un compresor incrementa la presión del aire que ingresa al motor, mientras que un inter-enfriador reduce la temperatura del aire antes de entrar al motor para hacerlo más denso (así se puede inducir más aire).
La operación simultánea de los turbocargadores en conjunto con el sistema de inyección directa ayuda a eliminar virtualmente el retraso del turbo cargador (lag), que es una de las razones por las que el uso de motores turbo se relaciona con una deficiencia de confort.
La implementación de las tecnologías EcoboostTM no sólo aplica para mecánicas grandes sino que también se irá utilizando en distintos bloques del fabricante, como el cuatro cilindros de 1.6 litros que entregará 180hp, es decir un rendimiento superior incluso a un 2 litros de aspiración natural.
El plan de la marca para el año 2013 es contar con un 90% de su flota con motores de este tipo, dejando las mecánicas V8 a vehículos de trabajo y de nicho como el Mustang que también presenta mejoras en reducción de emisiones gracias a su nuevo motor 5.0 litros.
La utilización de tecnologías como turbocompresores o sistemas de inyección directa no es exclusivo de Ford, se puede ver en mecánicas muy sofisticadas de otros fabricantes, principalmente premium.
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