Aunque el sistema Autopilot es catalogado por Tesla como una tecnología conducción autónoma, que busca alcanzar el mayor nivel de seguridad, debido a que casi todos los accidentes son provocados por errores humanos, la realidad es totalmente otra.
Si bien la compañía lo nombra como “Piloto Automático”, en teoría se trata de un sistema de asistencia al conductor y está lejos de ser completamente autónomo.
Como tal, requiere que los conductores mantengan sus manos en el volante y permanezcan completamente alerta, sin embargo, Tesla no usa cámaras u otros medios para monitorear la parte de alerta.
Debido a que Tesla vende esta tecnología como un sistema avanzado de conducción autónoma, los conductores se desatienden del volante, situación que ha provocado un gran número de accidentes.
De acuerdo con un estudio realizado por el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), el sistema Autopilot provoca que los automovilistas dejen de prestar la atención necesaria al camino.
Tras investigar a una veintena conductores de Tesla desde 2016, quedó comprobado que los patrones de comportamiento visual cambian antes y después de activar el Autopilot.
Cuando estaba encendido, los automovilistas miraban menos a la carretera y se centraban más en áreas no relacionadas con la conducción en comparación cuando está desactivado.
Según el estudio, cuando se activa el modo de conducción autónoma los automovilistas quitan la atención del camino para enfocarse a otras tareas como tomar el teléfono celular o interactuar con la pantalla del sistema multimedia del vehículo.
Si bien estas acciones las suelen hacer los automovilistas, en la investigación quedó constatado que los lapsos de tiempo de distracción son mucho más largos que como sucede comúnmente.
