Aunque parezca que simplemente sufrió un facelift, el nuevo i10 estrena una nueva plataforma, por lo que estamos hablando de un vehículo completamente renovado, factor que se pone en evidencia más que nada del pilar B hacia atrás. Ahora el i10 es 80 mm más largo, 65 mm más ancho pero 50 mm más bajo que el modelo anterior, una redimensión bastante saludable y atractiva. Si bien no hubo detalles específicos sobre las motorizaciones, se sabe que incluirá tanto opciones nafteras como diésel, de tres y cuatro cilindros respectivamente. Por estas latitudes quizás tengamos esta novedad en nuestras calles bajo el estandarte de Hyundai, ahora que la marca llegue oficialmente a nuestro país.
