FUSO, una de las marcas con mayor experiencia en movilidad eléctrica, presentó en el Japan Mobility Show 2025 dos nuevos prototipos que exploran el papel del hidrógeno en el futuro del transporte pesado. Se trata del H2IC, impulsado por un motor de combustión interna de hidrógeno, y el H2FC, que emplea una pila de combustible alimentada por hidrógeno líquido. Ambos modelos buscan demostrar que el camino hacia las emisiones cero no se limita a la electrificación por baterías.
El H2FC es un camión eléctrico de pila de combustible (FCEV) que promete cero emisiones sin sacrificar espacio de carga ni autonomía. Utiliza hidrógeno líquido (LH2), que tiene una densidad energética superior al hidrógeno gaseoso comprimido (CGH2), lo que permite almacenar más combustible en menor volumen y alcanzar hasta 1,200 km de autonomía con 80 kilogramos de hidrógeno distribuidos en dos tanques criogénicos.
Por su parte, el H2IC funciona con hidrógeno gaseoso comprimido a 70 MPa, almacenado en ocho tanques tipo IV con capacidad de 58 kilogramos, ofreciendo una autonomía de 700 km. Aunque emite más CO₂ que el H2FC, este sistema puede aprovechar hasta 80% de los componentes de un camión diésel convencional, facilitando una transición más rápida y económica hacia la movilidad sin emisiones.

En cuanto a tiempos de recarga, el H2FC puede repostar en solo 15 minutos, mientras que el H2IC requiere unos 25 minutos usando una boquilla de flujo normal. FUSO también trabaja en una nueva tecnología de flujo medio que podría reducir aún más los tiempos, aunque esta norma aún se encuentra en discusión dentro de Japón.
Uno de los avances más destacados del proyecto es el uso de hidrógeno líquido subenfriado (sLH2), una técnica que permite refrigerar y reliquefactar el gas generado por evaporación, evitando pérdidas de combustible y mejorando la eficiencia. Además, esta tecnología puede simplificar la infraestructura necesaria en las estaciones de recarga, reduciendo costos y complejidad operativa.
Ambos camiones están construidos sobre la plataforma del Super Great 2024, adaptada para integrar nuevos sistemas eléctricos, de almacenamiento y de gestión térmica. En el caso del H2FC, el rediseño eliminó la típica “torre tecnológica” detrás de la cabina, conservando el mismo espacio de carga que un camión diésel de 25 toneladas, lo que representa una mejora significativa en usabilidad.

La seguridad también es una prioridad en ambos proyectos. El H2FC cuenta con sistema de cámaras 3D y visión de 360 grados, mientras que el H2IC incorpora espejos digitales de Daimler, una cámara de punto ciego de 270° y materiales sostenibles en el interior de la cabina. Estas soluciones buscan elevar la seguridad activa y la conciencia situacional del conductor.
FUSO ha enfrentado importantes desafíos técnicos, especialmente por la falta de regulaciones para el uso de hidrógeno líquido en Japón. Aun así, ya ha completado las pruebas de homologación UNR134 para el H2IC y avanza con simulaciones, ensayos de sistemas de pila de combustible y pruebas de tanques criogénicos para el H2FC. Todo ello con el objetivo de sentar las bases para una plataforma de hidrógeno confiable y segura.
La marca planea iniciar pronto un programa piloto en condiciones reales, acompañado por la construcción de nuevas estaciones de hidrógeno líquido.