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Prueba de Manejo

BMW S1000RR 2010 a prueba

En 2.9 segundos podemos suspirar, tener alrededor de 5 latidos del corazón, pestañear o alcanzar los 100 km/hr en la Super Bike de BMW

BMW  S1000RR  2010 a prueba

Antecedentes

La Super Bike de BMW es una moto con poca historia pero mucho desarrollo para poder sacarla a las pistas de competencia ya que fue hecha para competir en el Mundial de Super Bike (WSBK). Concebida como concepto en 2008 y posteriormente en 2009 como producción y versión de carreras.

La moto en casi tres años a resultado ser todo un éxito para BMW debido principalmente a la cantidad de tecnología de ayudas para el conductor y un precio competitivo contra las motos japonesas que son las que dominan el segmento.

La S1000RR busca un lugar dentro del competido mercado de las motos deportivas, ofreciendo un diseño similar al de las niponas, pero con detalles asimétricos, algo que la marca ya maneja en su gama Motorrad, pero en este caso es extremo, como en el apartado de los faros que pueden ser lo que nos atraiga o nos aleje de la moto alemana.

Precio de la unidad probada: 16,850 dólares (más accesorios)

Características Técnicas y Mecánicas.

El apartado mecánico es realmente sobresaliente, ya que la evolución tecnológica de muchos años de BMW, desde su HP2 hasta la K1300S, en el plano deportivo se ve reflejada en la S1000RR, la cual cuenta con elementos desarrollados por la marca cuando participaba en la Fórmula Uno como son la partes de fricción, motor, pistones y bielas que cuentan con menor peso y dimensiones, ofreciendo así un mejor control y ergonomía.

El motor de la S1000RR es de cuatro cilindros, enfriado por líquido con una cilindrada de 999cc, que generan un caballaje de 193 hp y un par motor de 83 lb-pie. Con dicha potencia logra una aceleración de 0 a 100 en apenas 2.9 segundos.

La transmisión de potencia es por medio de cadena y cuenta con una caja de velocidades de 6 marchas, la cual tiene la posibilidad de contar como opción con clutch secuencial para los cambios ascendentes. La gestión del motor cuenta con cuatro modos denominados Rain, Sport, Race y Slick, que cambian los parámetros de mapeo, alterando así los valores de par, inclinación, adherencia, respuesta del acelerador control de tracción y frenos ABS.

Para poder contener toda la potencia cuenta con doble freno de disco delantero de 320 mm de diámetro, los cuales cuentan con anclajes radiales al rin que minimizan la ondulación de los mismos debido la torsión durante la frenada.

Dimensiones

La S1000RR cuenta con un largo total de 2,056mm, 826 mm de ancho y 1,138 de altura con un peso de 204 kg (se incrementa en 2.5 kg si incorpora ABS). El asiento cuenta con una altura de 820mm por lo que no es problema para estaturas medias.

El tanque de combustible tiene 17.5 litros de capacidad, con los cuales tiene un rendimiento sobresaliente para viajes largos. Con una velocidad constante de 90km/hr usa 5.7 l, mientras que circulando a 120 km/hr son 5.9 litros por cada 100 km (cabe destacar que rara vez se irá “tan lento”).

Diseño

Al observar la S1000RR no podemos de dejar de compararla con las motos japonesas y muy particularmente con la Yamaha R1. Pero en el caso de la alemana cuenta con rasgos distintivos que resaltan como es su asimetría en faros y carenado lateral. La forma del asiento es más esbelta y con terminaciones afiladas que se coronan con las luces traseras. A diferencia de toda la gama de motos de BMW, el escape es de menores dimensiones, acorde a las pistas de competencia.

El tablero se encuentra enfocado a la funcionalidad en competencia. En primera instancia muestra el tacómetro de revoluciones y una pantalla principal que nos muestra la velocidad, marcha engranada y configuración. Mientras que en la de la derecha ofrece los datos de kilometraje, temperatura y el menú de opciones de configuración. En la parte derecha del mismo tenemos un indicador luminoso de cambio de velocidad.

En los mandos, contamos con la botonería del menú así como la opción de desconectar los frenos ABS. En la parte superior de la suspensión encontramos el ajuste para la misma para controlar valores de rebote y dureza de manera sencilla con una tabla proporcionada por BMW, lo cual reduce el tiempo de puesta a punto al tener más información de la que podemos adquirir en pista en muchas vueltas. Dicho control también se tiene en la parte baja del asiento para la suspensión trasera.

Manejo

Y bueno, llegamos a la parte más importante y divertida del texto, el manejo que simplemente es, si me permiten el término, brutal. La S1000RR cuenta con cuatro modos de manejo. El primero denominado Rain, que ofrece “apenas” 150 hp, y el cual es el ideal para el manejo citadino, ya que además de limitar el motor, hace más suave la entrega de potencia, teniendo un arranque gradual, además los controles de tracción y frenos ABS se encuentran al 100% dándonos la impresión que la moto se maneja sola.

El uso en ciudad no es tan malo como podría pensarse en una moto deportiva, ya que el modo Rain sólo debemos preocuparnos por conducir y evitar los baches del camino. La suspensión si bien es firme se puede regular fácilmente para que nuestra espalda no sufra tanto.

Con la moto emprendimos un viaje relativamente corto de aproximadamente 300 km para llegar al Autódromo del Águila en Morelia, Michoacán. El viaje carretero permitió sentir el segundo modo de manejo denominado Sport, el cual libera a los 193 hp, y rebaja ligeramente los sistemas de ayuda para la conducción.

Este modo nos hace comprender la potencia con la que cuenta la S1000RR, desde el principio la aceleración se siente totalmente diferente y poderosa, la recuperación de velocidad no requiere de bajar una marcha. Aún con lo anterior la entrega de potencia se siente dócil, sin sobresaltos al arrancar debido a que el Control de tracción que continúa latente. El trayecto en la autopista fue cómodo, la suspensión tampoco hace sufrir tanto al piloto, mientras que la aerodinámica enfocada al piloto no crea turbulencias, brindando mayor confianza en su manejo.

El punto que no es agradable por más que sea una moto de pista, es que entre todos sus sistemas de control e información de la computadora en las pantallas, no cuenta con los datos de consumo de combustible, ni rango relativo de autonomía, limitándose a prender el fatídico foco de la reserva, cuando los niveles de combustible son bajos.

Por fin, la pista de Morelia nos abría sus puertas, luego del término de la carrera del campeonato nacional de motociclismo Moto Pro, donde una estampida de caballos de acero dieron espectáculo a los fanáticos de las motocicletas. El turno llegaba para la BMW, una tarde que comenzaba a tornarse gris, entre nubes que amenazaban lluvia, mientras que los rayos vespertinos del sol se asomaban por todo el entorno. Llantas a temperatura, moto puesta a punto, modo Race activado, ignición y las primeras vueltas de reconocimiento.

En el modo Race, las ayudas son mínimas y podría decirse que son el último paso para aprender a controlar una moto deportiva en pista, ya que nos permite sentir más la máquina, pero ayudándonos con pequeños errores de manejo.

Las curvas sinuosas y la aceleración de la BMW es su hábitat natural, destaca el “despegue” que cuenta con el apoyo de la caja secuencial ascendente, que ya habíamos visto anteriormente con la K1300S, donde basta mantener el acelerador constante para mandar el cambio sin necesidad de usar el clutch, esto reduce el tiempo en milésimas de segundo lo cual es fundamental en toda competencia.

Curva tras curva nos adaptamos al trazo, el movimiento lateral se hizo natural, el roce de la rodilla con el asfalto se hizo presente, el acelerador pedía más, la aceleración creaba un hueco en el estómago, pero en todo momento sabía que tenía el control, con una frenada firme la cual no causó en ningún momento brincos en la llanta trasera, brindando la confianza de estar pegados al piso.

El sonido ronco, de la S1000RR retumbó en la pista, y gracias a su cambio secuencial podía fácilmente confundirse con un auto Fórmula. La modalidad Race ofrece mayores emociones, pero sin llegar al límite de la moto. De una manera resumida podría decir que es puro poder bajo control.

El punto de la velocidad que puede desarrollar varía dependiendo de las circunstancias de terreno, clima y valor del piloto, este último punto es de los más importantes ya que debemos acostumbrar a nuestro cuerpo y visión ya que la sensación es extrema. Nosotros pudimos llegar hasta los 250 km/hr, lejos del límite de la moto que supera los 300km/hr.

La velocidad es adrenalina y emoción pero también es peligro, nunca (pero NUNCA) se confíen de una motocicleta por más hábiles que sean en ella, y claro nunca traten de ser más rápidos que la moto.

Y bueno como se podrán dar cuenta faltó el modo Slick, el cual no se refiere a condiciones de pista sino que se refiere directamente a las llantas de competencia, que puedan brindar un mejor agarre a la pista ya que en esta modalidad nos olvidamos de toda ayuda electrónica, dejando bajo control del propio conductor los 193 hp. Para activar este modo es necesaria la configuración de la computadora y una pista adecuada para desarrollar la unidad.

Conclusión

Una moto de pista que puede usarse en la calle y que además nos ayuda a mejorar nuestro manejo en los circuitos de competencia gracias a sus sistemas de ayuda. Tecnología BMW a disposición del conductor.

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