El diseñador belga Bruno Delussu se especializa en crear vehículos futuristas, en el caso de la Snake Road se inspiró en algunos trabajos de su colega alemán Daniel Simon quien publico el libro Cosmic Motors en el 2008.
La moto presenta un diseño que hace ver anticuadas a las motos de la película TRON, además de mostrar formas extrañas en cuestión de funcionalidad y claro, una posición de manejo algo extraña. Quizá en ese futuro nuestras articulaciones sean de goma o algo así.
La forma de la moto rescata las líneas generales de una moto custom con una llanta ancha en la parte trasera, mientras que la delantera es de menor tamaño, doble brazo basculante para tomar la pieza sólida del rin. Aunque extrañamente tiene una posición de manejo de una moto de velocidad, donde también entra otro punto en contra, que es la aerodinámica ya que el piloto ofrecerá resistencia directa contra el aire.
La parte frontal es algo extraña con la llanta proyectada al frente y con una suspensión horizontal con respecto al piso, la cual posiblemente tiene un funcionamiento similar a l de los autos Fórmula con amortiguadores centrales. Lo anterior puede ser interesante si existiera, pero requeriría más piezas mecánicas sin contar el peso de la dirección.
El carenado de la moto según el diseñador será de fibra de vidrio, lo cual indica que la fibra de carbono en el futuro seguirá siendo muy cara para poder implementarla incluso en un concepto. Dicho material del recubrimiento reducirá el peso total del conjunto y podrá personalizarse la pintura al gusto del cliente.
La parte mecánica tampoco es congruente con el futuro (o es una pieza nostálgica hecha en el 2100) ya que cuenta con un motor a gasolina y podemos observar los escapes justo donde comienza la tijera de la llanta delantera con tres salidas a cada lado.
La imaginación y sueños siempre serán parte de los desarrollos tecnológicos, la moto Snake Road es un claro ejemplo de lo que es soñar en lo que vendrá y de ahí concretar nuevas soluciones en motocicletas que dicho sea de paso entre más excéntricas suelen ser más apreciadas.