Sinceramente si yo fuera Luca Cordero di Montezemolo, mandaría inmediatamente a quemar estos trazos de este concepto y por supuesto a darle una dura lección a los diseñadores de esta "cosa" que lo único que tiene de Ferrari es el color y el logo.
Pero por desgracia estoy muy lejos del Sr. Montezemolo y me tendré que aguantar y limitarme a presentarles esta... obra de la imaginación del diseñador israelí Amir Glinik. La motorización es como su diseño, raro, ya que cuenta (en teoría) con el motor V12 del Enzo pero recortado a 4 cilindros (...).
De prestaciones no se habla nada ya que esta en un mundo imaginario (y ahí está bien) pero podemos ver un chasis envolvente sin apéndices y una comodidad que se antoja inexistente. Las tomas de aire sugieren lo que debe necesitar de enfriamiento este Ferrari V4(...) mientras que en la parte trasera lo que a mi parecer es lo único atractivo son los escapes que son más a la usanza de un auto.
La tijera delantera se convierte en parte de la carrocería al contar con brazos muy anchos que nos recuerdan las motos de aquella película de hace muchos ayeres llamada Tron. Se supone que el manubrio funciona más al estilo de una palanca de mando de avión casa con los que la dirección sería "artificial" y con un leve movimiento de la muñeca podríamos maniobrar.
El basculante no aporta mucha idea ya que es recto y ya lo hemos visto en modelos actuales que se encuentran en las calles, por el tamaño del brazo la tracción puede ser generada vía banda, pero esto es pura especulación y como podrán darse cuenta no me gustó para nada pero cada quien sus gustos y usted puede encontrar la belleza que me negué a ver en este ejercicio de diseño Ferrari.