Otra parte integral de la tecnología SKYACTIV es sin duda la transmisión DRIVE, la cual combina todas las ventajas de una marcha convencional automática, una Transmisión Continuamente Variable (CVT) y una caja de doble clutch. Además tiene un rango de bloqueo más amplio que mejora la transferencia del torque, aumenta la eficiencia del convertidor de torque a baja velocidad y otorga una respuesta directa similar a una caja manual. Estas ventajas le permiten incrementar su rendimiento de combustible de un 4 a un 7 por ciento, si se compara con la caja automática actual de cinco cambios.
SKYACTIV-DRIVE es de seis velocidades, al tener un convertidor de torque, se produce un interbloqueo más temprano del motor y la caja de cambios. Con esto se suprime la merma de potencia en la aceleración y se tiene un mejor desempeño. Puede acoplarse tanto a un propulsor de gasolina como a uno de diésel.
Para que la transmisión automática DRIVE funcione adecuadamente dispone de un sistema hidráulico de alta presión. Éste posee un modulo mecatrónico (es un dispositivo mecánico extendido e integrado con sensores, microprocesadores y controladores electrónicos) que hace posible la distribución rápida y puntual de la fuerza del aceite, lo que respalda su confiabilidad.
Trasnmisión SKYACTIV-D de Mazda
