Antecedentes
Un auto Targa, hoy en día se entiende como un auto semi-convertible al cual se le puede retirar la parte central del toldo pero mantiene los postes A y B. Pero fue en la década de los 60 cuando se popularizó y la marca que lo hizo fue Porsche, con la versión “convertible” de su exitoso 911. El motivo de esta extraña configuración es que el gobierno de Estados Unidos prohibió los convertibles tradicionales por motivos de seguridad ya que en ese entonces si sufrían una volcadura, se corría el riesgo de que los ocupantes murieran aplastados por el peso del mismo auto.
De esta forma nació el Porsche 911 Targa en 1966, con un refuerzo estructural del lado a lado del auto que aprovecharon para lucir en color metálico –diferente al resto de la carrocería- para así proteger a los ocupantes en caso de una volcadura. El nombre de Targa lo tomaron de la famosísima carrera de Targa Florio que se celebra en Sicilia, Italia pero más adelante se ocuparía para nombrar este estilo de carrocería. Recordemos que Porsche utilizó nombres de carreras famosas alrededor del mundo para identificar a sus productos como el Carrera (por la carrera Panamericana en México en los años cincuenta).
El modelo en cuestión cambió drásticamente conforme pasaron los años, hasta la última generación que prácticamente abandonó la forma original para tener únicamente un toldo de cristal que se deslizaba hacia atrás para dejar un “quemacocos” de tamaño más grande.
Esto cambió cuando se presentó la actual generación del 911 Targa en el Autoshow de Detroit de 2014 pues tuvo un regreso importante a sus orígenes. Ahora, este deportivo cuenta con la clásica barra del Targa pero con un complejo sistema mecánico que oculta la parte central del toldo (de una especie de lona) por encima de donde se ubica el motor. El resultado es uno de los convertibles más estéticos en mucho tiempo. Ahora sí, vamos a conocerlo a fondo.
Características técnicas y mecánicas
Mecánicamente, encontramos la configuración actual del Porsche 911, pues finalmente no es más que una versión más del mismo auto.
En la parte trasera encontramos el motor de seis cilindros horizontalmente opuestos (bóxer) de 3.8L con una potencia de 400 Hp y 325 Lb-pie en la versión S mientras que para el motor pequeño es el seis cilindros de 3.4L con 350 Hp y 288 Lb-pie.
Por razones que aún no entendemos, la estrategia de Porsche para el Targa fue utilizar únicamente el sistema de tracción integral, de esta forma sólo está el Targa 4 y Targa 4S, diferenciándose por el motor. Dicha tracción llega del motor a través de la transmisión manual de siete velocidades o la automática de doble clutch –PDK- de siete relaciones también.
La versión en cuestión fue la Targa 4S que pesa 100 Kg más que el Carrera S pero aun así logra un tiempo de aceleración de 0 a 100 Km/h de 4.2seg y una velocidad máxima de 293 Km/h.
Confort
El interior de los productos de la marca de Stuttgart es de lo mejor en el mundo automotriz, con materiales de la más alta calidad y un ensamble simplemente perfecto. De esta forma encontramos una cabina que se siente 100% lujosa, deportiva pero que es también cómoda.
Un detalle interesante es el lugar donde se inserta la “llave” (que por cierto tiene forma de Panamera) que se localiza en el tablero pero del lado izquierdo del volante pues es toda una tradición que se despliega de la carrera de LeMans donde los pilotos tenían que correr hacia su auto, subirse, abrocharse el cinturón y arrancar el auto lo más rápido posible. El hecho de tener el encendido del lado opuesto les daba la oportunidad de usar su mano derecha para otra labor.
Al ser un auto de lujo, encontramos todas las amenidades posibles y también una larga lista de extras que por un costo extra podemos incluir al pedir tu Targa.
En el centro del tablero está la pantalla de info-entretenimiento desde la cual se controla información del auto, de la computadora de viaje, las conexiones de Bluetooth, auxiliar, CD/MP3, radio AM/FM, etc. Más abajo encontramos los controles del aire acondicionado automático de dos zonas y pasando la palanca de velocidades hacia atrás, todos los botones para configurar los modos de manejo, la apertura del toldo, el movimiento del alerón trasero y hasta el sonido del escape. El resultado es una cantidad de botones impresionante que al principio puede resultar abrumante y confuso de operar.
Los instrumentos ya clásicos de la marca, nos muestran todo tipo de información que podríamos necesitar al manejar un deportivo con el tacómetro al centro de todos, un velocímetro digital, otro análogo, visualizadores de la temperatura del agua, presión de aceite, nivel de combustible y hasta una pantalla en la que se puede configurar para mostrar el mapa del GPS, las indicaciones del mismo, la información del sistema de audio etc. Digamos que puedes configurar el auto a como más te acomode.
Manejo
La verdad es que todo producto de Stuttgart es donde sale a relucir. Puedes estar de acuerdo o no con la estética con autos tan controvertidos como el Panamera pero olvidarás por completo el exterior una vez que lo manejas. Creemos que no es el caso del 911 pues el exterior de esta generación es una de los más bellos de la historia… el manejo también.
El empuje del motor de seis cilindros es progresivo como en todos los de aspiración natural pero viene acompañado de un sonido metálico y muy adictivo que complementa la experiencia de conducir un verdadero deportivo con historia.
Todo en el 911 está hecho para disfrutar y manejar rápido. La suspensión en situaciones normales es cómoda y relajada pero al toque de un botón puedes hacerla más firme si la situación lo amerita, esto también sucede con los cambios de la transmisión PDK y hasta con el ruido del escape –que por cierto nosotros lo usamos todo el tiempo en el de más ruido para poder disfrutar de la experiencia al máximo.
Lo bueno del Targa es que tienes dos autos en uno pues por un lado tienes lo más cercano a un 911 coupé pero al apretar un botón y tras unos breves instantes, pierde el toldo para ser un convertible que se puede disfrutar cuando la situación lo amerite. Lo bueno de retirar el toldo es que es como pasar de un sistema de sonido estéreo a todo un teatro en casa, refiriéndonos al ruido adictivo del motor. El único lado negativo es que para poder accionar el mecanismo del toldo es necesario que el auto esté completamente detenido, a diferencia de varios convertibles normales.
La puesta a punto de esta generación de 911 es asombrosa, con un ancho de vía más grande, ya no se siente ese nerviosismo de la generación anterior y con todo que el motor está en el extremo trasero, la tecnología que ha desarrollado Porsche permite que sea súper maniobrable y confiable en las curvas. Hablando de esto último, el sistema de tracción integral es realmente impresionante pues tranquilamente puedes desconectar el control de tracción y explorar los límites del agarre con toda seguridad pues por más que trates, el mismo sistema te mantiene en trayectoria.
El desempeño sí se siente un poco más domesticado comparándolo contra el 911 Carrera S por ejemplo y es que esos 100 Kg de peso extras entre el mecanismo del toldo y la tracción a las cuatro ruedas le dan un uso más de un auto para devorar distancias. Eso sí, disfrutando cada metro de manejo.
La pista no es su mejor ambiente pero tampoco es como que se sienta como pez fuera del agua. Todos los componentes mecánicos están hechos como para aguantar el castigo de manejarlo rápido por varias horas y no sufrir.
Conclusión
El Porsche 911 Targa 4S que nos tocó manejar definitivamente entra en lo mejor de este 2014. No sólo es divertido, dinámico y rápido sino también confiable y muy disfrutable. Creemos que la estética es uno de los grandes logros de esta generación del Targa y que la dualidad que ofrece lo convierte en un auto que puedes disfrutar al ir al trabajo, salir a carretera o hasta para ir al súper mercado. Una vez más, Porsche nos dejó muy satisfechos.
Porsche 911 Targa 4S 2014 a prueba