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Prueba de Manejo

Porsche Cayenne Turbo S 2014

El SUV más extremo y deportivo que se puede comprar...

Porsche Cayenne Turbo S 2014

A estas alturas, ya no es ninguna novedad que la Cayenne se ha convertido en un suceso comercial de tales proporciones que no solo ha obligado a los fabricantes premium (BMW o Mercedes–Benz) a ofrecer variantes de altas prestaciones de sus SUVs, sino que también ha animado a las marcas de gran lujo como Maserati, Bentley y Aston Martin a evaluar muy seriamente la posibilidad de fabricar un SUV. Adicionalmente el Porsche Cayenne no es solo un triunfo del marketing y prueba innegable de lo que el valor de marca puede llegar a generar, sino que de paso es una prueba fehaciente de que un SUV puede ser tan divertido y rápido como cualquier deportivo serio.

En la nomenclatura Porsche, el apellido Turbo S significa prestaciones extremas, pero también máximos niveles de exclusividad y evidentemente precio. La variante Turbo S del exitoso SUV teutón con su precio de $201,473 dólares es 270% más costosa que la de acceso y una oda al lujo y el exceso. Lo que inmediatamente la convierte en un exponente digno de admiración y deseo.

Bajo el cofre se encuentra  el V8 de 4.8 litros que gracias a la alimentación forzada eroga la friolera de 550 hp y unas bestiales 553 lb-pie de torque, mismas que son enviadas a las cuatro ruedas a través de una rápida y eficiente transmisión automática de ocho cambios. Dichas cifras permiten a este titán de poco más de 2,200 kilos, una aceleración de 0 – 100 km/h en apenas 4.5 segundos, así como una recuperación de 80 a 120 km/h en 2.9 segundos. Evidentemente una pléyade de siglas que representan un montón de sistemas que permiten regular el comportamiento de tren motor y chasis están presentes, así como un arreglo de computadoras que bien se podría confundir con un datacenter de Google y que permiten a esta Cayenne ser el vehículo familiar perfecto para el uso diario y al mismo tiempo, con apretar unos cuantos botones, transformarse en una bestia capaz de confrontar a los deportivos más capaces que existen, incluidas leyendas como la vaca sagrada de la marca, el mismísimo 911.

El interior no es menos impresionante que la tecnología y prestaciones que ofrece, el cluster de instrumentos con diales en color rojo, al igual que la banda de los cinturones de seguridad, tablero, puertas, así como unos asientos deportivos forrados en cuero de la más alta calidad con costuras también en color rojo sin dejar de mencionar la gran cantidad insertos de fibra de carbono en consola central, tablero y demás le confieren un aspecto suntuoso y muy racing. En exterior por su parte la Cayenne Turbo S luce amenazante, gracias a las gigantescas tomas de aire que permiten respirar al potente ocho cilindros y sistema de frenos, unos rines y neumáticos de proporciones monumentales y por último unas salidas de escape también sobredimensionadas.


En la pista

El Cayenne Turbo S ha resultado una grata sorpresa, pese a sus dimensiones y peso el comportamiento en pista es excelente, el V8 emite una nota ronca, profunda y empuja con violencia. Gracias a un conjunto de sistemas denominados: PASM, PTV Plus y PDCC que gestionan el comportamiento de: diferenciales, suspensión y chasis, el desempeño es inmejorable y toda esta electrónica le confiere al pesado SUV una maniobrabilidad que muchos autos que se ostentan como deportivos jamás podrían ofrecer.

De cualquier manera no se debe olvidar que el Cayenne Turbo S es un vehículo que supera las dos toneladas, hecho que se puede sentir al momento en que se tiene que frenar con fuerza, aunque el sistema de frenos es bastante eficiente y tolerante a la fatiga, las leyes de la física se pueden desafiar y este vehículo lo hace, pero al final la masa está ahí. La carrocería rola un poco más de lo que cabría esperar para un auto tan veloz, pero es entendible en virtud de la altura con respecto del piso.

Aunque tuvimos disponibles autos tan suntuosos y cómodos como el nuevo Mercedes–Benz Clase S o también el Bentley New Flying Spur, ninguno de ellos mostró la capacidad de ser tan cómodo y silencioso, pero también tan rabioso y veloz en circuito como el Cayenne Turbo S, quizá solamente equiparándose con el Audi S8 que también mostró tener ambas cualidades.

Por todo lo anterior podemos afirmar que el Porsche Cayenne Turbo S es el SUV más extremo y deportivo que se puede comprar, claro está sin recurrir al mundillo del tuning.

 

Rubén Hoyo Fotos: José Luis Ruiz recomienda