Lo que tienes frente a ti, no es un Tesla S común, de hecho, aunque no lo creas, su concepción no fue idea del fabricante estadounidense, y más bien, estás frente a una genialidad, que, por su propia naturaleza exótica, lucha para salir a flote. Ok, creo que tengo que explicarme mejor, así que vayamos por partes.
En realidad, esta historia comienza en el momento en el que Floris de Raadt, observó que RemetzCar había creado en 2016 un Model S fúnebre, por lo que se puso de inmediato en contacto con el carrocero holandés, para hacerle una curiosa petición, ya que al ser un empoderado amante de los Shooting Brake y de los autos eléctricos, en especial de Tesla, deseaba, tener un auto único, y así es como nace la idea de crear un singular Model S Shooting Brake.
Primero, Niels van Roij, diseñador encargado del proyecto, se dio a la tarea de crear bocetos en programas 3D, donde por supuesto, los principales cambios se concentrarían en la parte trasera, misma que fue desmontada, dando inicio al proceso de reconstrucción, donde los nuevos paneles estaban realizados en aluminio.
El resultado final, es un elegante (y ecológico) Shoting Brake, que como recordaremos, es la carrocería favorita de la realeza para acompañar sus actividades al aire libre. Si por algún motivo, este Tesla te llenó la pupila y estás ansioso en conocer su precio adquirir una unidad, te tenemos una noticia buena y otra mala.
La negativa es que RemetzCar, que tenía planeado construir 20 unidades, se declaró en bancarrota, pero, Floris de Raadt y Niels van Roij, están tan convencidos de su proyecto, que exhibirán una unidad en el Salón de Ginebra 2019, donde buscarán un nuevo socio carrocero que les ayude a cumplir de una vez por todas su sueño.
Aun así, Floris de Raadt es entusiasta y desde ahora, anuncia que la conversión de un Tesla S a Shooting Brake tendrá un costo aproximado de 107,000 euros, cifra que en nuestra economía sería equivalente a pagar 2.3 millones de pesos mexicanos.