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Rutas en Moto: México de Costa a Costa

El Coast to Coast una ruta en motocicleta cansada y demandante que cruza nuestro país de Puerto Escondido a Veracruz

Rutas en Moto: México de Costa a Costa

La ruta denominada “El Coast to Coast” (sí, así con “El”), será una ruta que el grupo de motociclistas Sportster.cc y Asphalts Rats desarrollará año con año siendo el año 2010 la experimentación y conocimiento, además de la experiencia de rodar bajo circunstancias climáticas complicadas como fue el huracán Karl que “amenizó” su camino.

En principio pocos motociclistas se animaron a la experiencia debido principalmente a la situación climática, por lo que después de muchas llamadas telefónicas, sólo 5 integrantes se animaron a participar. El 17 de septiembre se reunieron los participantes en las inmediaciones del  Distrito Federal y ahí es donde comienza el relato.

Uno de los motociclistas despertó tarde y retrasó la salida de los demás que ya queríamos tomar carretera. Mientras esperábamos y dadas las circunstancias del huracán Karl decidimos cambiar el orden de la travesía, así que iniciaríamos por Puerto Escondido para dejar que Karl pasara por Veracruz antes que nosotros.

Ya listos salimos por la autopista rumbo a Iguala vía Tlalpan, el clima estaba excelente para rodar, pasamos Cuernavaca, la desviación a Iguala curvas bien trazadas pero tuvimos un accidente en una de ellas con uno de nuestros compañeros.

Uno de nosotros se desconcentró y entró muy rápido a la curva lo cual ocasionó que se fuera a la cuneta donde las vueltas de nuestro compañero y la moto comenzaron. Segundos que parecieron una eternidad pasaron para que todo se congelara. Nuestro amigo había recibido raspones en un principio pero posteriormente se nos informó que tenía las costillas lastimadas. Con respecto a la moto se dañó el rin por lo que el viaje se acababa para él.

Según el espíritu viajero de las motos Harley Davidson, “la función debía continuar”, nuestro amigo se quedó en Iguala con un sentimiento de molestia por no poder seguir y claro dolor, nos deseó suerte para continuar el viaje y nuevamente tomamos la carretera.

Continuamos rumbo a Chilpancingo, pero con cierta incertidumbre por nuestro compañero además de que el ver un accidente de cerca te deja un sentimiento de miedo e inseguridad. Al paso de los kilómetros se agolpaban los pensamientos, como: ¿por qué hago esto?, debería estar en mi casa, ¿qué gano con esto? y más todavía cuando el que se accidenta es un amigo tuyo. Pero al igual el recorrido de la carretera te demanda concentración e invariablemente el objetivo del viaje regresa a la mente.

Llegamos a Chilpancingo, debemos continuar para que podamos llegar a Puerto Escondido (optimistamente) hasta el momento Karl nos había respetado, salvo unas pequeñas lluvias. Entramos a carreteras libres para percatarnos que por ahí no han arreglado nada y Karl ya había hecho de las suyas, hoyos por todos lados y terracería, y me pregunto ¿por qué no traje una moto doble propósito?

En algún lugar entre Ayutla y Cruz Grande, una zona de hoyos en la carretera, nos pusieron a trabajar mucho esquivando los daños del huracán, pero al final los hoyos se tapaban con agua haciéndolos parecer simples charcos, uno de ellos me engañó y sentí un fuerte golpe del cual apenas pude librar la caída.

Mi moto si sufrió daños ya que el golpe del rin delantero causó que se bajara la presión de aire, perdí las micas de mis cuartos, las alforjas se partieron en dos y mis manos y muñecas se resintieron mucho.

Paramos en un lugar menos peligroso y por suerte llevaba una lata de espuma para sellar pinchaduras lo cual me ayudó, le pusimos aire en el primer pueblo que vimos y seguimos la travesía.

La noche se avecinaba, pero lo más preocupante fue que el pavimento de la carretera comenzó desaparecer, y se volvió terracería, el huracán había tapado la carretera con tierra y arena, la visibilidad era muy pobre ya que los camiones levantaban toda esa tierra y no permitían ver, había demasiados hoyos, y la irregularidad del suelo no te permitía ir a un buen paso, los camiones te presionaban y levantaban el polvo que te dejaba completamente a oscuras. Por fin luego de unos 4 kilómetros pasamos esa zona y nos detuvimos en una gasolinera, no era muy seguro el seguir rodando en esas condiciones, así que paramos en Santiago Pinotepa Nacional, donde comimos a eso de las 20:30 horas y buscamos un lugar para poder descansar.

El sábado 18 de septiembre, a primera hora vimos las noticias y no eran nada buenas, Karl se había movido y una de las zonas afectadas era por donde pasaríamos. Amaneció lloviendo y la carretera por la que íbamos no era muy segura, las calles de Pinotepa estaban llenas de hoyos y por si fuera poco los topes…
Por fin paro de llover, es hora de tomar camino a ver si podemos llegar a Puerto Escondido y movernos lo más cerca que podamos a Veracruz.

Pasamos a la gasolinera, y mi moto solo había perdido 5 libras, (eso eran buenas noticias dado el golpe del rin) nos apresuramos por caminos libres y por fin una recompensa, a lo lejos se podía ver el mar, ya estábamos en Puerto escondido, paramos a la foto oficial pero teníamos que seguir porque ninguno quería manejar en las condiciones de la noche anterior.

Por todos los lugares que pasábamos se veía las inundaciones, canchas de basquetbol bajo el agua, ríos que casi alcanzaban los puentes pero eso sí, la gente no dejaba de trabajar. Llegamos a Huatulco, donde contrastaba la carretera a lo que habíamos visto.

No nos paramos en ese lugar ya que teníamos el tiempo limitado, nos dirigimos a Salina Cruz y Tehuantepec, pasamos por la Ventosa que por suerte no nos tocó con esas míticas ráfagas de viento que según los choferes hasta mueven los trailers, pasamos por Matías Romero, íbamos a tomar una autopista para llegar más rápido pero nos topamos con que la habían cerrado ya que un puente había dejado de existir.

Nos apresuramos rumbo a Acayucan donde dormiríamos para seguir a Veracruz, ya faltaba poco pero en la noche las condiciones cambian mucho y el cansancio puede hacer que tengas más errores, fuimos a cenar y a descansar, ya faltaba poco para llegar a Veracruz.

Llegó el domingo 19 de septiembre, hicimos unos ajustes leves en las motos y listos para seguir, ya no hay tiempo de desayunar, lo haríamos en Veracruz, no podemos perder más tiempo, tomaremos la carretera hacia la Tinaja y de ahí a Veracruz, una autopista recta donde ganábamos tiempo.

Llegamos a Tinaja listos para la desviación a Veracruz, pero faltando unos 20 kilómetros para llegar al Puerto, la PFP y Protección Civil cerraban los accesos, tanto en la carretera libre como en la de cuota. Por ello nos desviaron a Córdoba, donde desayunamos/comimos y nos preparamos para seguir hacia Orizaba, hasta ese momento la lluvia no había caído, pero ya llegando a Puebla no pudimos regresar del todo secos.

Ya faltaba poco, nos ponemos nuestros impermeables y continuamos, en uno de los tramos de la carretera la PFP entró para que la gente bajara su velocidad porque la carretera estaba muy resbalosa y como prueba de ello, una camioneta salió del camino para chocar posteriormente.

Dejó de llover pero sólo unos minutos, continuamos con el viaje a nuestro “querido” D.F., un reto muy duro, extremo y de resistencia.

Rodamos por todo tipo de terrenos, carreteras en óptimas condiciones, llenas de hoyos, inexistentes y terracería, además fuimos acompañados por lluvia, sol, viento, retenes militares (10 de ellos) autos y trailers volteados, pero una excelente experiencia.

Una experiencia más de Sportster.cc y Asphalts Rats

México D.F., Iguala, Chilpancingo, Tierra Colorada, Ayutla, Cruz Grande, Santiago Pinotepa Nacional, Puerto Escondido, Huatulco, Salina Cruz, Tehuantepec, La Ventosa, Matías Romero, Acayúcan, La Tinaja, Córdoba, Orizaba, Puebla y D.F., 1802 kilómetros de carreteras y experiencias.

El Coast to Coast prueba superada.