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Prueba de Manejo

BMW M4 Coupé 2015, una fábrica de adrenalina

Cuando la deportividad cumple su cometido.

BMW M4 Coupé 2015, una fábrica de adrenalina

Basta encender la máquina de este BMW M4 Coupé, conocido como M3 Coupé en su generación anterior, para saber que estamos al mando de un auto de elite. Cuando un vehículo compacto rompe la barrera de los 400 hp, como este dos puertas, estamos hablando que la adrenalina está asegurada al momento exprimir cada uno de sus caballos de fuerza.

Como uno de los modelos de la lista “Lo Mejor de 2014” este BMW M4 Coupé fue uno más de los invitados a la fiesta de fin de año del equipo de Autocosmos. Manejar un M4 es vivir de manera pura la deportividad. Para empezar cada uno de los 431 hp que expulsa el motor de seis cilindros biturbo de 3.0 litros son enviados como es costumbre en los deportivos compactos con el sello M al eje trasero.

Al más puro estilo de la vieja escuela este BMW hace lo que muy pocos modelos de alto rendimiento, que es dejar al conductor la pureza de la conducción por medio de una caja manual de seis velocidades. Por desgracia en nuestro país nos tenemos que conformar con la transmisión automática de doble embrague de siete marchas que hace mucho mejor el trabajo que cualquiera de nosotros, inclusive que cualquier piloto profesional, pero repetimos no hay nada que se le compare a la sensación de manejo de una caja manual.

Una cifra que muestra como la transmisión robotizada hace mejor las cosas es en el tiempo de aceleración, mientras que con la caja de doble embrague el M4 Coupé detiene el reloj en 3.9 segundos al momento de tocar los 100 km/h partiendo desde cero, la versión con transmisión manual el tiempo se eleva dos décimas de segundo, es decir que cumple la misión en 4.1 segundos.

Pensaríamos que al dejar en el olvido el V8 de aspiración natural por el seis cilindros sobrealimentado el despegue de la nueva generación sería un tanto lento por la demora del par de tubocargaodores, pero no es así. Este BMW M4 despega de una forma tal que es el imperceptible el famoso turbolag y más cuando eliges el modo Sport+. No hemos pasado las 2,000 revoluciones y el vehículo ya se hace valer de un torque de 406 libras-pie, más que ideal para la tonelada y media de peso. Un verdadero misil con rines de 18 pulgadas.

Si lo que en verdad deseas es vivir al máximo la sensación del automóvil sólo tienes que hacer voltear la mirada hacia la consola central y presionar tres botones, uno destinado para el motor, uno más para la suspensión y un tercero para la dirección del vehículo. Cada uno de ellos ofrece tres modalidades; Confort –para el motor es Efficient-, Sport y Sport+, las cuales modifican de manera radical la sensación de manejo. Es de llamar la atención como a las 7,000 rpm el rugir del motor se vuelve una adicción.

Como el nombre lo dice, el modo Sport Plus ofrece una conducción incomparable y más cuando se desconecta el control de estabilidad. Creemos que ninguno de sus competidores puede igualar esa sensación al volante. Por ejemplo, el Audi RS5 con el sistema quattro no deja que el auto se desbalance del eje trasero para dejar un poco de caucho sobre el asfalto y el Mercedes-Benz C63 AMG no transmite la misma emoción que este BMW M4 a pesar que tiene menos caballos de fuerza que los modelos citados.

Para aquellos detractores de los motores turbo en los autos deportivos, debemos decirles que este coupé de la división M de BMW sabe disimular muy bien las cosas. Tiene un arranque explosivo que das por hecho que no se trata de un auto turbocargado. Muchas horas de ingeniería han hecho que este seis cilindros está a la par de un V8 en términos de potencia.

Por el diseño, el ambiente interior y el gran desempeño que ofrece este BMW M4 Coupé se sitúa cerca de la perfección cuando hablamos de autos deportivos. Eso sí debe recordar que este vehículo con un valor inicial de 1,419,900 pesos fue pensado solamente para dos personas.

BMW M4 coupé 2015 a prueba

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